Enrique Symns, el veneno y la maldita lengua bífida

Un encuentro casual en un bar de San Telmo desemboca, tres días después, en esta entrevista. Creador de la legendaria revista argentina Cerdos y Peces, Enrique Symns (Buenos Aires, 1946) fue parte de la movida de rock porteña de los ochenta. Cocainómano declarado por principios y sin culpa, es autor de las novelas testimoniales El señor de los venenos (2005) y Big Bad City (2006), y performer constante. Habla sobre periodismo, sus polémicas biografías, la escena rockera, su glorioso y decadente paso por Chile y la vida excesiva de un escritor que se refiere a sí mismo como “una comadreja miserable”. (Entrevista de Paul Alonso publicada en la revista Dedo Medio, noviembre, 2007).


1. El más vil de los oficios. Arrastrando una juventud delincuencial después de haberse fugado de su casa a los 14 años, Enrique Symns esquivó parte de la dictadura militar argentina viviendo en España. Allí trabajó como actor callejero y descubrió su vocación al escribir por encargo un libro anónimo, “La represión sexual en el franquismo”. El comienzo de los ochenta lo encontraba de vuelta en Buenos Aires. Autodidacta y sin oficio, pasó por varias salas de redacción, hasta que en 1983 fundó la mítica revista Cerdos y Peces, cuya meta era “sincerar la vida”. Provocadora y polémica, esta publicación under tuvo su mejor momento durante el gobierno de Alfonsín (cuando fue cerrada y denunciada varias veces) y murió en la crisis del menemismo. Cerdos y Peces revaloraba lo marginal como testimonio del mundo y celebraba las drogas, las opciones sexuales y los excesos. La picante prosa de Symns también ha sido contratada para hacer biografías rockeras, como la de Fito Páez (quien lo obligó a sacar tres capítulos), Los Tres y Jorge González de Los Prisioneros, todas controversiales y la última no publicada.

-Llegaste al periodismo de casualidad y descubriste una vocación. Lo ejerciste por más de 20 años, ¿crees todavía que es el mejor de los oficios?
Para mí fue un buen oficio porque se aprendía en la calle, como el de las prostitutas. Lo peor que le pasó al periodismo fue que la universidad lo capturara, lo burocratizara. Los estudiantes de periodismo no tienen ninguna experiencia callejera, no aprenden en el bar como la mayoría de periodistas antiguos. En este periodo, he observado una gran decadencia. El crecimiento en la televisión de los llamados movileros, completamente incapacitados para hacer cualquier cosa. Y una especie de acorralamiento que yo llamo el periodismo jurisprudente. Lo que ha preponderado cuando sucede una desgracia es que entran dos delincuentes en la escena del crimen: el policía y el periodista. El periodista jurisprudente es el que defiende la propiedad privada, que está a favor del buen pensar, que está en contra de las drogas, es un periodista que se pone del lado del poder, del mundo y la moral pública. Y por lo tanto, es un degenerado.

-¿Cómo ves el panorama de la prensa independiente en Latinoamérica?
No he visto nada. Hay algunas revistas de humor que son mediocres. El humor lo único que hace es ponerse de lado de aquello que bromea. No veo publicaciones que lleven los rastros de pólvora de ninguna explosión ni los vestigios de una futura mirada del mundo. Ninguna experimentación. Su única experiencia consiste en hacer periodismo y quieren decir que eso es el mundo, lo que es una imbecilidad total.

-Has frecuentado el género de la biografía, ¿no termina siendo una celebrada idealización de personajes mediáticos?
El género es muy bueno si uno hace la biografía de un pistolero, de un aventurero, de un asesino, de alguien que haya atravesado cosas en la vida. Pero a los músicos no les ha pasado nada. Excepto en el caso de Fito Páez, que tuvo el asesinato masivo de la familia. Pero normalmente no hay nada que contar. Además, los rockeros quieren tener secretos y si eres famoso y quieres hacer una biografía no puedes mentir. Los secretos son cancerígenos.

-¿Qué pasó con la biografía de Los Tres?
Yo decidí contar la historia que se llamaba “La última canción”. Es una banda de amigos de la niñez: ¿por qué se separan? No les gustaron las respuestas que encontré. Se separan por tres motivos: primero, porque toda la plata se la quedaba el vocalista Álvaro Enríquez; segundo, por prestigio, porque la fama la acaparaba también Enríquez; y tercero, por sexo, porque la cantante Javiera Parra, que era novia de Enríquez, se acostó con todos los músicos de la banda, los plomos, los amigos de los plomos.

-Jorge González también te censuró.
Sí. Legalmente, delante de un notario público, me prohibió escribir sobre él en diez años. Todo porque en la biografía que escribí se contaban sus opiniones sobre las drogas y sus aventuras homosexuales.

-¿Es posible hacer una sincera crítica general a partir del periodismo sobre industrias como el rock?
El género del periodismo de rock es el más bastardo que existe. Los periodistas que lo suelen hacer son sólo chupa pijas. Al crítico que Charly García lo trató mal en el camarín, dice que Charly García está en decadencia. Es así la relación que hay. Son los primeros fans y los primeros traidores. Pero hay que negar de entrada que es un género periodístico. Yo formé parte de ese círculo, pero marginal. No estaba Charly ni Spinetta, sino los rockeros marginales que después fueron famosos.

2. Es sólo rock and roll. Si como periodista fue promotor de la movida ochentera en Buenos Aires, sus dotes como performer lo llevaron a Symns a compartir amistad y escenario con Los Redonditos de Ricota, la mítica banda argentina liderada por el Indio Solari. Tras lo que considera como “una ruptura amorosa”, Los Redondos “lo echaron y después él se fue”. También acompañaría a grupos como Los Piojos y la Bersuit Vergarabat. De todo este paso por el rock le quedaría la idea de que lo importante no era la cultura, sino la vida de las personas. Y el arte mediatizado había perdido para él esta función original: lo compara ahora con la Iglesia Católica y a los rockers los califica de “insensatos y miserablemente egocéntricos”.

-¿Cómo el underground se convierte en cultura juvenil hegemónica?
Es como los Beatles, alguien orinó en Liverpool y después se convirtió en Pepsi Cola. Acá en Argentina sucedió lo mismo con las bandas callejeras que representaban la ruptura. Era todavía la dictadura cuando comenzó ese movimiento. Éramos contestatarios y estábamos dispuestos a no tranzar nunca. Eso es lo que se decía. Después me di cuenta de que todo era mentira, que los falsos undergrounds se expresan de undergrounds simplemente para ser observados, que debajo del poncho del alma tienen las mismas ansiedades verticalistas, los mismos deseos de tener la pileta llena de conchas para lamerlas todo el día. Todas las bandas se rindieron, no hubo ninguna que no tranzara. El Festival de las Malvinas fue un hito ejemplar.

-¿Cual rescatas?
Ninguna. Los Redondos han estado algo afuera del show bussiness, pero es porque el Indio [Solari] odia a los seres humanos y eso lo distingue algo del maldito salón VIP de la fama. Pero todos son la misma pornografía inmunda.

-¿Será porque la consolidación de la escena del rock argentino es una herencia de la dictadura?
Fue lo de la Guerra de las Malvinas. Antes no se pasaba ni en pedo el rock argentino. Se consideraban unos lumpen. Pero hay que recordar que nunca hubo desaparecidos rockeros. Hubo desaparecidos actores, escritores, periodistas, estudiantes, obreros. Pero nunca rockeros, eran considerados unos pelotudos que era lo que eran. Con el Festival de la Solidaridad, los militares les piden que colaboren. Dejan de pasar temas en inglés y pasan temas de los nacionales que antes estaban prohibidos. Es el pacto faustiniano firmado por el rock argentino con los militares. Y en el festival todos tocaron, menos Piero y Fito Páez.

3. Chile, fama y decadencia. Con 52 años, Symns llega a Chile en 1998 cuando Pinochet es arrestado en Londres. Participa en la creación de la ya famosa revista satírica The Clinic, junto con el escritor Patricio Fernández (de quien también se alejaría en malos términos). Volvió a vivir un periodo de gloria mediática y a posicionarse en el centro de la bohemia santiaguina, atrincherada en el tradicional bar Liguria. Pero su drogadicción e inevitables confrontaciones terminaron por boicotearlo. Se peleó con el Ministro de Trabajo, Ricardo Solari, con rockeros ídolos que sufrieron el veneno de su pluma, y difundió investigaciones sobre la supuesta pedofilia del escritor y pintor Adolfo Couve. Chile -“el país de los secretos”, como lo llama-, dejó de tolerarlo y Symns se sumió en la pobreza hasta ser expectorado.

-¿Por qué te vas a Chile?
Porque estoy acá en Buenos Aires en una crisis absoluta de identidad, ando con una navaja y puedo matar a cualquiera. Soy más un asesino potencial que un periodista o un rocker. Ya no soy nada más que un tipo enloquecido por la calle. Me sacan mis amigos y me encuentro con un chileno que me invita a Concepción a dar una charla. Y logré que me den una cátedra nueva, que inventé yo, que se llamaba El Origen del Lenguaje (soy un epistemólogo experto, he leído casi todo lo que hay sobre el origen de las palabras). Fui a Concepción que es un pueblo, como un Rosario sin Rosario. No pasa nada. Los estudiantes chilenos son muy conservadores. Estuve un año hasta que se pudrió todo y llegué a Santiago, donde me atrapó mi destino. Allí me di cuenta de que ya era famoso por Cerdos y Peces y formé parte del salón VIP. Me cogía actrices famosas, el seleccionado nacional de fútbol iba a pedirme autógrafo.

-La sociedad chilena debe ser aún una de las más conservadoras y pacatas de Sudamérica, ¿te dio la oportunidad de escandalizar?
Sí. Me dio la oportunidad y yo me la perdí también. Hubo otros factores. Podés ver que en Chile no hay argentinos, porque los odian. Santiago es una ciudad muy aburrida, de una movida muy corta. Yo me equivoqué en mi conducta también. Fui exageradamente cocainómano. A mí la cocaína siempre me ha ayudado en la vida a librarme de lugares. Por eso, me gusta. La cocaína me impide convertirme en una comadreja miserable que también soy. No la he dejado nunca y me ha arruinado todos los pasteles.

-¿Pero has intentado dejarla?
He intentado, pero volví. Me aburría mucho. La vida es una experiencia siniestra, una manipulación de mecanismos de adaptación forzosa, un plan miserable para que en partes de la ciudad haya que trabajar, estudiar, ser un boludo como vos que escribe o como yo que hablo, es infame, el círculo frívolo de la cultura. Pero cuando estás perdido, te cruzás con un rayo misterioso que está escondido en el tiempo, que no tiene que ver con la identidad ni con el trabajo. Para eso estoy tratando de conquistar mi libertad quizás. Para seguir siendo el niño eterno que te obligan a dejar de ser.

-¿Chile te decepcionó o tú decepcionaste a Chile?
Las dos cosas. Aunque la verdad Chile no me decepcionó, yo me cagué en Chile. Tuve que volver a Argentina y no quería hacerlo de ninguna manera, se habían muerto mis padres, era un desastre. No regresé por mi voluntad, sino porque no me quedaba otra. Es más, estuve acá en Buenos Aires vagabundeando, fui linyera, dormí en la calle. Fue muy dura la ciudad.

4. Symns, el tipo de los venenos. Deudor de Henry Miller, los beatniks y Bukowski, Symns vive en el barrio de Once, Buenos Aires, en una habitación caótica y oscura a dos cuadras de Cromagnon. Se dedica a escribir: sus dos novelas de corte testimonial, El señor de los venenos y Big Bad City, han tenido éxito local. A pesar de esto, pasa a menudo días sin comer y extraña sus aventuras sexuales. Sufre de diabetes y sólo toma alcohol si tiene merca al costado.

-Has sido actor callejero y performer, ¿crees que al mismo tiempo has hecho un personaje de ti mismo, tu mejor interpretación?
No forcé este personaje, no quería serlo. Pero cuando descubrí que lo era, empecé a acompañarlo, a ser este personaje. Me resulta incómodo para vivir, me hace la vida más difícil, porque se opone a todo, porque se pelea, porque quiere mantener los principios, porque tiene que educar a los pibes, y tengo que mantener mi postura de rebelde inusitado. Igual soy un tipo bastante autoritario dentro de mí mismo, estoy convencido de lo que creo. Estoy convencido de que existe un complot cósmico de las mentes para convertir este mundo en una suerte de zoológico moral.

-La argentina es una sociedad idólatra y premia a sus personajes talentosos y desbocados. ¿Alguna vez pensaste que tendrías esa suerte?
Acá me odiaban. Me odian todos mis colegas. Trabajé con Jorge Lanata, conozco a todos los periodistas, en radio, tele, revistas. Ninguno me llama.

-¿Es justificado ese odio?
No sé. Soy peligroso porque digo lo que pienso.

-Tus dos novelas son como una autobiografía por entregas.
Cierto y no cierto. Faltan dos novelas que completarán la tetralogía. Es un plan que tengo como narrador, como cronista. Creo que es un estilo narrativo que acá en la Argentina no existía y que era fundamental. Lo cultivan los autores que yo admiro en la actualidad: Paul Auster y Richard Ford, que lo leo 32 veces al día para robar los secretos de cómo escribir hacia el futuro, cómo mantener al lector despierto en todas las páginas, siempre tiene que suceder algo. Por mi cuenta, mis novelas han tenido cierto éxito e incluso Big Bad City ha tenido éxito de crítica. La siguiente se va a llamar Adiós Muchachos y la otra El no de las niñas. Van a seguir siendo crónica.

-¿La vida exagerada es una opción o, como dice Calamaro, una dulce condena?
Es la única opción. La vida es una trampa miserable. En la ciudad sólo se salvan los bares, que son una zona expedicionaria. No es lo mismo vivir en la selva o en una villa. Yo he vivido allí y he visto cómo se matan. Andá decile a Calamaro que viva en una villa miseria.

-¿Qué haces ahora?
Me dedico principalmente a escribir. También a vagabundear, a moverme cuando puedo, porque no tengo plata, no tengo un peso. La cocaína es cara, pero sigue siendo la droga que más me gusta… Juego al póker cuando puedo, soy pobre y me quedo quieto. Leo libros, veo televisión. Desde que he llegado de vuelta no me ha pasado mucho. Es raro. He tenido tantas vidas a lo largo de mi existencia, he sido muchas personas. De joven uno hace cosas muy raras: le he disparado a un tipo, a un policía, me he tomado cien ácidos. Y ahora no me enfrento a nadie ni a trompadas. La juventud tiene ese valor de depredación. Pero la última ladera de la vida, que es en la que yo estoy, uno la baja cobardemente siempre.

16 comentarios

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16 Respuestas a “Enrique Symns, el veneno y la maldita lengua bífida

  1. Ronald Gallardo

    Viví con Enrique Symns en Santiago de Chile. Sacamos juntos un par de veces la revista Cerdos y Peces en este país. Symns indudablemente es un ser que atenta y genera un estado de chok al sistema del orden. Al sistema de la moralidad y de las «buenas» costumbres cotidianas. Symns es una gran persona, que considera que la patria son sus amigos. Pero que también, como lo ha señalado Vera Land, puede poner una bomba bajo tu silla y avisarte treinta segundos antes de que explote.
    Ví a Enrique en el verano del 2007 en el barrio once. Me recibió en su dpto y compartimos la calle, los bares y nuestros sueños. Me invito al teatro y lo ví actuar como un gigante capaz de interpretar al los personajes mas feroces, los que aún toman por asalto sus vidas y son capaces de poner una mosca en la sopa del poder de la norma instalada e instituida en tu cabecita, en tu living familiar o en tu aula.
    Salud Compañero Symns!
    Salud Hermoso Perdedor!
    Te saluda
    Ronald Gallardo
    Escritor Chileno.
    ronald170@hotmail.com
    callemagnolia@gmail.com

  2. Enrique Symns
    en
    “Invitación al abismo”

    Monólogos, poesía, humor y canciones de un hombre equivocado

    Con: Enrique Symns – Héctor Ledo
    Músicos: Guillermo Monserrat – Federico Ruhl
    Producción: Hugo Szmoisz

    “Si miras al abismo, debes recordar que el abismo te mira a ti”

    ¡Únicas dos funciones, localidades limitadas!
    Domingo 17 y 24 de agosto 22 hs.

    Buenos Ayres Club – Perú 571, San Telmo
    Entrada $20 – reservas al 4331-1518 ó invitacionalabismo@revistathc.com

    “El único milagro es estar extraviado”

  3. muy buena la entrevista

    felicitaciones che!

  4. paulalonso

    Gracias por los comentarios. Symns está loco, pero es un grande.

    • Fernando

      es un gran pelotudo!!!!! zippo_dm@hotmail.com ahi tenes mi correo, me gustaria saber que lo hace grande?????? el que lo escucha es simplemente porque tuvo un pasado ricotero y nada mas… no tiene norte y no tiene salvacion, conozco la vida y obra de este señor, y la verdad que no rescato nada que lo deje en la posteridad, ni siquiera cerdos y peces. y el cazador lo demuestra, no paso del 3er ejemplar. Enrique simplemente fue algo que la marea ricotera dejo en la costa y algun curioso levanto de entre las arenas, por si solo estaria en el fondo del mar hoy

      • chavela

        deberias tener el minimo respeto , de no tratar de pelotudo a alguien a quien vos, no te alcanzaria la vida para poder escribir dos frases como el ,ni hablar de pensar una sola idea genial como el…………….imbecil!!!

      • elnegrocanayaderosario

        quien no es un gran pelotudo?que es la marea ricotera?que fueron los redonditos ademas de la banda mas grosa del rock nacional y un grupo de inescrupulosos millonarios?a enrique pueden cuestionarle muchas cosas,pero es un escritor,poeta de la san puta.en este pais y este mundo de borregos/pajeros mentales,almenos el tuvo los huevos para quemar su vida.

  5. ericademisiones

    excelente la entrevista.

  6. Pingback: HEADLINES THAT WORK AND THOSE THAT DOESN´T « Goshoppingonline’s Blog

  7. Creo aue Symns es una mezcla de Adan y Eistein…es un hombre fuera de lo absoluto sentado fuera del universo y ve las cosas muy relativas a la centralizacion de las mentes sistematicas del nuevo mundo..es un hombre desnudo y mira el comportamiento humano desde sus principios.. creo que no debemos perder nuestra identidad y es valorable…las drogas sinteticas que fuerna naturalmente elaboradas no es mas que un coctel de estados de retencion cerebral que hace que uno piense mas sobre el marco..que por la puerta al abismo… creo que es un gran tipo..y muchos pelotudos tomaron su licuado..aunque estes exprimido y sin la pulpa en tu azotea..la semilla siempre es apartada porque creen que es lo amargo en lo dulce…sin embargo ahi esta el origen de la vida….symns un abrazo el kurepa

    • Fernando

      Perdoname Kurepa, pero lo que decis me parece una boludes, simple llana y sencilla, Enrique ha sido una persona que bruscamente se ha dedicado a divagar y decir cosas sin sentidos, se ha cagado en la gente que lo hizo lo que es hoy, un mero nombre en cualquie biografia ricotera, y en cualquien entrevista se ven en la primera pregunta… Yo me considero un enemigo de symns, no porque lo deseo, sino porque lo siento, vende humo y gente como vos compra, a veces a precio muy caro. cualquier ebrio en cualquier bar da las mismas respuestas, pateticas y cansadoras por cierto, yo tambien puedo citarte a un par de personas para darle caracter y cierta seriedad a una sarta de pavadas, pero como cite a alguien «debe ser cierto» o «este sabe de lo que habla», tomalo con esa perspectiva, aqui mi correo para recibir descargo. zippo_dm@hotmail.com

      • Yo Puedo Decir Que Lo Mio Fue Una Critica Sin Sentido Y Los Boludos Compran… Como Para Zafar … Pero Sigo Sosteniendo Lo Que Dije… Asi Me Hago A Mi Mismo… Salud ! El Kurepa

  8. Felipe Ferrel

    Eres un grande Symns saludos desde Concepciòn querido de Chile y que lindo que hayas caminado por el paseo peatonal yo tuve la buena suerte de verte pasar pero en ese entonces no tuve la personalidad de saludar tenia que haberte suplicado que me aceptaras unas varias cervezas en el Neruda .Esta creciendo Concepciòn querido y de que manera.
    Mis respetos.

  9. A Enrique lo conoci en el centro cultural congreso, era una antigua unidad basica, donde él organizaba una serie de recitales, su grupo organizativo se denominaba ADAN (asociacion de artistas nacionales) año 1982, plena guerra de Malvinas.Ya era un groso, ahi, -sin haber estado con los redondos-, ya hacia monologos geniales, el veia la realidad como ninguno, como la vio la gente 20 años despues, nosotros teniamos una banda Plenemental, tocabamos ahi, y nos habian convocado a un evento para juntar frazadas y toda esa farsa q fue el robo descarado de los milicos a la gente para q done sus cosas…Enrique en ese momento agarro el microfono y comenzo a gritar «que vuelvan, ma q frazadas, hijos de puta, que los traigan de vuelta!!! a nadie se le ocurria gritar eso en ese momento…es lo que tendrian que haber gritado por mic todas las bandas de rock, recuerdo ese momento como un shock de aprendizaje de la vida, yo tenia 22 años.Y repito, ya era un artista-personaje con sabiduria y luz propia.

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  11. Anónimo

    Sin palabras Horacio leyendo un poco de todo… fue conmovedor tu comentario.

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